Un día, esos de verano...me encontraba en una playa de Viña del Mar...como siempre disfrutando de mi propia compañía, cuando de pronto veo caminando a un "gringo", bastante guapo, y con cara de perdido o despistado...bien, en ese momento pensé "já, se nota de inmediato que no es chileno"...y seguí disfrutando del gran espacio que tenía en la arena, hasta que comenzó a llegar gente...por lo que decidí caminar por la orilla de la playa para buscar un mejor lugar y más solitario...esa playa es grande, por lo tanto caminé bastante hasta que encontré un lugar para mí...me acomodé y seguí escuchando mi "personal", en ese tiempo todavía no existían los MP3, y leyendo un libro, cuando en una mirada, vuelvo a ver a ese gringo guapo, lo observé y él también, luego él se detuvo a mirar el mar, lo volví a observar y él también...otra vez lo mismo, por lo que me dio un poco de vergüenza e hice como que leía la revista, luego volví a mirar y ya no estaba, ah, se fue pensé yo...cuando de pronto, por el otro lado alguien me preguntó algo....y era él!!!, jaja, fue muy chistoso y vergonzoso... pero bueno, me preguntó dónde estaba "la reñaca", asi que entre señas y demases, le indiqué por dónde tenía que ir, fui un poco dura en el sentido que no le di pie para conversar por lo que luego se fue...pucha pensé yo, pero en fin....seguí leyendo mi libro y escuchando música...pero pasado un rato, él regresó.
Ahí conocí a Gianco, un hombre mayor, de 42 y yo de 26, por lo que al principio sentía desconfianza, pero de a poco nuestra conversación se volvió emocional e intelectual, compartíamos las mismas ideas, sueños parecidos y la misma sensibilidad por la naturaleza...la conexión con el universo...luego decidí que estábamos perdiendo el tiempo en Viña, por lo que decidí llevarlo a conocer Valparaíso, finalmente conversamos todo el día y parte de la noche, ya que yo debía regresar a Santiago...no nos despegamos hasta las 10 de la noche (considerando que nos encontramos a las 11 de la mañana)...antes, pasamos por una feria artesanal, y de repente me quedé pegada con un caderín de danza árabe, ya que me encanta esa danza, y seguimos nuestro camino...me despidió y me invitó a una cena romántica en Santiago para el día lunes ya que al día siguiente regresaba a Italia...como hubo tanta conexión más que nada intelectual y emocional, (bueno, también física porque como ya he dicho era bastante atractivo), dije que sí.
El día lunes, fuimos a cenar a Bellavista, al restaurante "Il sicilliano", (no recuerdo si así se escribe), pero bueno, él, como buen hombre galante, me llevó de regalo el caderín que me hiptonizó, y un libro...conversamos, y conversamos...todo era interesante con él, todas las ideas podían decirse y discutir los puntos de vista o comentar nuestras opiniones respecto a todo, a la vida, a la magia, al universo, a la naturaleza...fue una noche perfecta...a la 1 de la mañana, ya era hora de regresar a casa, vivía en Ñuñoa en esa época, y al día siguiente tenía que trabajar...me fue a dejar al colectivo, y al momento de despedirnos, me robó un beso...el cual no fue correspondido...sí, todavía estaba desconfiando, pero también, era algo loco, él regresaba al día siguiente a su país...y nos dijimos adiós.
Al día siguiente, quería ir a su hotel para desayunar antes que partiera al otro lado del mundo, pero pensé que era algo loco también, y no lo hice...y así terminó...pasaron los días, y pronto llegó un correo de él...luego, con el tiempo sabríamos que ambos pensamos en ir a visitarnos el día de su partida, él a mi oficina y yo a su hotel, pero ninguno se decidió.
Luego de eso, nuestra amistad continuó, y en un momento en uno de sus email, me invitó a Italia, o a "una isla paradisíaca" en centroamérica...yo podía decidir...y saben qué, fue como si te dijeran "hey, te has ganado un premio inmenso!!", no sabía qué hacer, qué decir, qué pensar...y lo pensé y lo pensé...y dije que no...me dio miedo, pánico a lo desconocido...a no se qué....Ahora lo pienso y digo, jamás debí haber dudado...cada cosa, cada situación es una experiencia, sea como sea... y en ese momento decidí no vivir la experiencia...lo malo es que nunca podré saber que habría pasado si hubiese decidido aceptar...
En fin....Gianco se ha convertido en mi mejor amigo...él me da consejos como ningún amigo me da...él me ayudó a comprar mi casa, él me ha hecho mejor persona, ya que su generosidad en todo sentido, me hace meditar sobre mis acciones, sobre cómo es el desapego a las cosas materiales, pero también, a que cada día hay que vivirlo intensamente, como sea...Gianco se ha transformado en mi mejor amigo porque a pesar de estar lejos, ha mostrado más preocupación, más consideración, más generosidad, entendimiento, comprensión que cualquiera de las personas que están cerca, incluso de parejas y ex parejas...mi vida sin él no sería la misma.
Yo ahora lo llamo mi ángel...porque así es...a pesar que está lejos, me siento protegida...él ahora tiene una familia...una mujer que ama y es su compañera... pero eso tampoco nos ha separado...
Con él he aprendido lo que es amar de lejos, aprendí que si amas de verdad, no necesariamente tienes que estar al lado físicamente...y que en una relación, cada uno es un ser independiente...
Desde ese día, cada año para mi cumpleaños recibo un ramo de flores, cada navidad un gran regalo...pero mi regalo más grande es tenerlo a él...las cosas materiales vienen y van, se desgastan o se deterioran, las flores se marchitan... pero una amistad así, jamás se perderá...
Solo quiero decirte amigo mío...muchas gracias por estar, por respetarme, por entenderme...y por sobre todo, aunque hayan pasado 8 años mantengamos este sentimiento tan fuerte como si nos hubiéramos conocido ayer...gracias otra vez...