jueves, 30 de octubre de 2008

El Aguila

Me contaron el otro día la historia del águila...la verdad la desconocía completamente...me pareció digna para contar.
El águila logra vivir 70 años, es el ave más longeva que existe, pero y ¿Cómo lo hace? Bien, esta ave es una experta cazadora, vive siempre en lo alto, y observa a su presa desde kilómetros de distancia, con sus garras logra alzar un gran peso, con su pico logra romper, cortar y comer...con sus alas, logra el equilibrio, la majestuosidad y la presición exacta para cazar.
Pero esta ave, cuando llega a los 40 años, ya no es tan ágil como antes...su pico crece y se encorva, ya no puede comer...sus garras crecen demasiado, por lo que ya no puede agarrar a su presa, y sus alas crecen aún más haciéndose muy pesadas para lograr la presición de antaño...es el proceso de envejecimiento.
Es aquí cuando el águila debe decidir...si continuar así y morir de hambre, ya que no puede volar correctamente, alimentarse ni agarrar su presa...o bien, volar hasta la montaña más alta, lo más lejos posible y quedarse 180 días ó 5 largos meses en un doloroso proceso, para su renovación.
El proceso consiste en guarecerse entre los picos montañosos más altos que existan, esconderse lo mejor posible, ya que es un ave ahora indefensa, y una vez encontrado su refugio, comenzar a golpear su pico contra las duras rocas, golpear una y otra vez hasta que lo bota...otro tiempo más debe esperar esta águila para que su pico crezca y se haga fuerte, cuando ya está firme, comienza a sacar una a una sus garras, y luego una a una las plumas que no sirven...así herida y sin comer todavía, debe esperar hasta que sus garras y alas otra vez crezcan, nuevas y fuertes...pasado todo este doloroso proceso que dura cinco meses, el águila está nuevamente en pie e imponente, para volver a ser la reina de los cielos, y regresar para vivir otros 30 años.
Es así como tal vez debemos vivir nuestros procesos, los cambios emocionales, las nuevas situaciones que implican tristeza, dolor, son también renovación...debemos aceptar que sin sacrificio y sin dolor no podremos renovarnos y volver majestuosos para seguir nuestro camino, con más experiencia y sabiduría, esto nos hace más fuertes... pero también debemos aprender a desprendernos de todo aquello que de alguna forma nos hace tener un peso que en algún momento nos va a lastimar todavía más, pero que muchas veces nos duele y no podemos dejar, ya sea material o emocional...
Todos tenemos un poco de águila, pero cuál es la elección que tomaríamos en el momento determinado??? Pasar por el difícil proceso para sobrevivir o quedarnos esperando que el ciclo de vida termine su curso???

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